Es fácil asumir que cuando inicias tu modelo de negocio ya sabes todo de tu negocio, pero no necesariamente es así. Antes de comenzar con la tarea titánica de hacer este documento, contesta a estas 9 preguntas y respóndelas acompañado de tu equipo o tus socios. Este ejercicio les ayudará a tener una visión más clara de hacia dónde van y cómo lo harán. Las preguntas son:
¿Quién es la empresa? (estructura legal, propiedad, ubicación, etc.)
Definir todas las personas involucradas dentro de tu empresa, desde socios hasta mentores y aliados es fundamental para tener el panorama de cómo cada quien desde su área contribuye a que la iniciativa avance y se consolide. Lo recomendable es desde un inicio establecer claramente los roles y alcances de cada socio, así como su porcentaje de participación.
También tenemos la tarea de definir el vehículo legal con el que será constituida la empresa (S.A.P.I, S.A de C.V, S. de R.L…), aquí es importante tener un asesoramiento legal para concluir cuál es el que más conviene para nuestra iniciativa.
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¿Qué ofrece? (productos, servicios, etc.)
Además de nuestro propósito como empresa, podemos considerar lo que ofrecemos como el corazón de la misma, ya sea un producto, un software o un servicio, es esencial tener claro qué estamos ofreciendo.
Para esto hay que conocer cuáles son las características esenciales que ofrecen el mayor valor a las personas que usarán nuestro producto/servicio. No necesariamente tenemos que comenzar con algo increíble y con todo resuelto, de hecho se dice que si la primera versión de tu producto no te avergüenza significa que tardaste demasiado en lanzarlo al mercado. Lo importante es alinear nuestra oferta con las necesidades del cliente y nuestras posibilidades para hacerlo realidad como equipo.
¿A quién le vende? (clientes)
Puede haber antídoto para casi cualquier reto al iniciar un negocio, excepto para la falta de mercado, es crucial estar de cerca con quien será nuestro cliente y entender qué necesidades busca resolver para posteriormente crear soluciones. Lo importante es entender a nuestro cliente y sus necesidades, ante todo.
Sin duda esto es crucial y es algo que irá evolucionando conforme desarrollemos nuestra idea de negocio, el objetivo es cada vez tener un entendimiento mayor de cuál es el perfil ideal de nuestro cliente, esto dará la posibilidad no solo de conocer dónde se encuentran, sino también la de conocer cómo ofrecerles el mayor valor posible.
¿Cómo los vende? (canales de distribución, plan de marketing)
Una vez que conocemos a nuestro cliente procedemos a la manera en que lo encontramos o conectamos con él.
Aquí podemos hacer uso de las herramientas de las redes sociales y las métricas que nos ofrecen, más en estos tiempos de digitalización acelerada. Al igual que nuestro emprendimiento, evolucionará constantemente con lo que vayamos descubriendo y experimentando.
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¿Quién o quiénes son su competencia?
Podríamos decir que en el 100% de los casos habrá competencia, ya sea directa o indirecta, siempre habrá alternativas a lo que ofrecemos y es importante conocerlas a fondo e identificar cómo nos diferenciamos de ellas.
¿Cuál es el road map a seguir? (hitos, calendario)
Si no tenemos un mapa, caminaremos sin rumbo. Debemos de tener un plan estratégico que involucre todas las áreas de nuestra empresa para saber cuál es la ruta que hay que seguir para llegar a un objetivo en concreto. Siempre tener actividad, tiempo estimado y asignar un responsable.
¿Cómo se fabrica o produce? (proceso de fabricación, proveedores, tecnología, etc.)
Conocer a fondo el proceso de nuestra cadena de suministro y todos los involucrados nos permite evaluar los costos necesarios para que nuestra solución llegue a las manos de nuestro cliente, así como el tiempo que puede tomar.
¿Cómo se financiará el proyecto y cuánto requiere en cada etapa del road map? (monto, fuente de financiamiento)
Una vez que tenemos nuestro plan a seguir, hay que estimar cuánto va a costar llegar a esos objetivos y de dónde provendrá ese dinero, comenzando en etapas tempranas con recursos propios (bootstrapping) y FFF (Family, Fools and Friends) hasta fondos de venture capital para etapas posteriores, lo importante no será buscar el dinero, sino estar listo como empresa para recibirlo.
¿Cuál es el rendimiento esperado de la inversión si alguien quisiera invertir o para los propios fundadores? (pronóstico de flujo de efectivo)
Entre más específicos seamos con las proyecciones que se estiman de ventas mejor, de igual manera debemos indicar el beneficio para nuestros inversionistas a través del retorno de inversión.
Teniendo definidas las respuestas a esas preguntas y estando todo nuestro equipo alineado a ellas tendremos una base sólida para solucionar cualquier reto que pueda surgir, y así, generar el mayor impacto posible con nuestra empresa.