He sido emprendedor desde los 19 años y sé que cuando queremos lanzar nuestro primer proyecto es común que surjan mil dudas de por dónde comenzar. Emprender tiene su ciencia y es importante educarse bien para lograr el mayor éxito posible a la hora de salir al mercado, por eso he recopilado 7 puntos que considero importantes tomar en cuenta a la hora de salir a emprender:
- Todo comienza con una buena idea: Si estás leyendo este artículo, seguramente ya tienes esa espinita en tu cabeza de algo que quieres desarrollar. Comienza a investigar qué soluciones puedes generar a esa problemática que ya identificaste. Y si aún no tienes claro qué emprender, no te preocupes, puedes comenzar identificando problemáticas que requieran soluciones reales y que estén alineadas a tus pasiones y habilidades.
- Identifica tu mercado: Ya tenemos la idea, ahora hay que investigar quién es el mercado al que va dirigido. Puede sonar lógico según la naturaleza de tu negocio, pero no es tan fácil como se escucha. De ese segmento que ya tienes identificado se debe profundizar y entender qué lo motiva, donde se encuentra ubicado, cuáles son sus rangos de edad, su clase social, etc. Esto te ayudará a que tu lanzamiento sea enfocado muy claramente a tu verdadero cliente final.
- Arma el “dream team” de tu giro: El equipo que te acompañará a lo largo de tu travesía como emprendedor es más importante de lo que imaginas. Comienza por ubicar qué perfil de gente necesitas en tu proyecto, es decir, programadores, mercadólogos, financieros, ingenieros, etc. Esto debe ir alineado al giro de tu negocio. No armes equipo con alguien sólo por qué es tu amigo, ya que no todo mundo está hecho para emprender y eso te podría causar problemas más adelante. Fact: Los inversionistas se fijan más en tu equipo de lo que te puedes imaginar, nadie va a invertir en un equipo inseguro y sin resultados “La cadena es tan fuerte como su eslabón más débil”.
- Valida tu producto: ¿Tu producto es lo suficientemente valioso para que tu mercado lo adquiera? ¡Sal y valídalo! Acércate al segmento de mercado al que te diriges, habla con él, conócelo, desarrolla tu propuesta de valor. Si identificas que tu producto no es lo suficientemente valioso para ser adquirido no significa que tengas que rendirte. Es hora de pivotar.
- Ok, quizá tengas que pivotar: Puede que tu idea no sea tan rentable después de todo, por lo tanto debes dejarla atrás y modificar tu modelo de negocio hacía lo que tu mercado está realmente buscando. No te cases con una idea, cásate con el crecimiento de tu proyecto.
- Identifica las necesidades de tu operación: Es hora de empezar a vender, ¿Qué necesitas para hacerlo? Comienza a educarte en temas legales y contables. A la larga tus clientes necesitarán facturar la compra de tus productos y si no cuentas con ello, puede llegar a ser un obstáculo muy grande para generar nuevas ventas. Existen muchos detalles administrativos y de operación que hay que tomar en cuenta a lo largo de tu emprendimiento, comienza a identificarlos.
- Optimización y retroalimentación continua: Los negocios siempre tienen que estar evolucionando. El mercado es cambiante y así debe ser tu negocio. Dedícate a optimizar y mejorar la experiencia de tu usuario con tu producto e identifica tendencias y comportamientos nuevos. El negocio que se queda siempre en el mismo lugar está destinado a desaparecer.
Ahora que ya sabes lo básico, ¡es momento de tomar acción!